En este juego el argumento es lo de menos, aunque no es malo del todo. Lo que realmente hipnotiza de Mirror's Edge es su dirección artística. Una eyaculación tras otra de vivos colores contra un fuerte contraste de blanco Ariel. Tienes la sensación constantemente de que el juego transcurre dentro de una gigantesca Apple Store.
No voy a contar nada de la historia más que nada por su poca relevancia en este post, si la quieres conocer te compras el juego y te lo pasas, que este es uno de esos que te encuentras a 10 € facilmente por ahí.
Esa luz perfecta que da color a los jadeos de la protagonista que no hace otra cosa más que correr y saltar, la secuencia de color que atropella la mirada del jugador a cada golpe que Faith abre una puerta. Es una puta pena que la mayoría del tiempo te lo pases huyendo por tu vida y son pocos los momentos de paz que te permiten admirar los gráficos con detalle.
Os dejo un Speed Run del juego, de principio a fin. Dura una hora más o menos, pero es que te lo tragas enterito sin enterarte solamente por lo puto bonito que es todo.
Venga, un abrazo.